martes, 25 de agosto de 2009

Aún hay esperanza para el mundo

Yo no sé si voy a tener o querer tener hijos en un futuro. Por eso, cuando la gente para alegar que hay que proteger el medio ambiente dice: piensa en el mundo que dejarás a tus hijos en el mañana no puedo evitar el que no me importe mucho, pues es verdad lo que dicen muchos, cuando eso pase, yo ya estaré muerta.

Lo malo ya no es sólo los problemas del calentamiento global, capa de ozono, extinción de especies... que llevaran a la destrucción de la tierra "lentamente".

Lo peor es que hoy en día vivimos en guerra. No una guerra abierta y generalizada, pero sigue habiendo países confrontados y en vez de actuar, muchos giran la cara al realizar la pregunta de paz.

¿Qué haremos? Millones de personas están muriendo por política, por ideales. ¿Dónde quedó la libertad que todos tenemos?¿Por qué la gente llega a esos extremos por una creencia? Ayer en las noticias, salió el caso de una mujer musulmana que será azotada por beber alcohol.

Os preguntaréis, ¿a qué viene este tostón que nos está pegando esta mujer?
A que hace mucho calor, me indigno con facilidad y leyendo una entrevista a Paulo Coelho me emocione con una pregunta.

Sacado de la revista XLSEMANAL de ABC.
XL: ¿Le inquieta que sus libros hayan sido alabados por los muyahidines de Bin Laden?
Paulo Coelho: También les gustan a los marines norteamericanos [sonríe]. Nada de eso es inquietante. Uno no elige a sus lectores; pero, además, si los muyahidines y los marines tienen algo en común -como el gusto por un escritor-, eso quiere decir que no está perdida toda la esperanza, porque hay posibilidad de comunicación.


*Maria hace signo de alabación a Paulo Coelho*

6 comentarios:

Kururin dijo...

Mmmmm....

Endles-story dijo...

Muy buena reflexión y muy cierto todo lo que dices. Tengo que leer algo de Coelho ^^

karin dijo...

¡Cuánta razón tiene este hombre! :)

Euge dijo...

Que frase mas bonita la que dice este hombre ^^ Y tienes muchisima razón :)

yuna dijo...

^^

Patri S. dijo...

A lo que querramos aferrarnos, le llamaremos esperanza... Sin ella, qué sería de nosotros? Saludos